Haití

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HAITI La situación de la prensa ha mejorado notablemente en relación con los años anteriores, dominados por la dictadura militar y la restricción de las libertades públcas. Durante 1997, los profesionales de la comunicación trabajaron en un marco más abierto y favorable a la recogida y difusión de la información. A pesar de este clima favorable, hay que notar algunos casos de violación a la libertad de expresión. La mayoría de los casos de violación provienen de "malentendidos" con los miembros de la Policía Nacional de Haití, institución que sustituyó a las Fuerzas Armadas desde el retomo del ex presidente Jean-Bertrand Aristide, en 1994. La Unión de Periodistas Profesionales, que agrupa a unos 30 periodistas del país, informó acerca de un incidente ocurrido elIde septiembre pasado en la ciudad de Cayes, a 176 kilometros de la capital, durante el cual policías allanaron los locales de Radio Telediffusion Cayenne (RTC) y arrestaron al director de esa emisora, el periodista Yvon Chéry. La organización menciona también que en la misma ciudad el director de Radio Macaya, Raymond Clergé, fue detenido y llevado a la comisaría de Cayes donde fue agredido. EI19 de junio pasado, policías de puesto en Malpasse, en la frontera haitiano-dominícana, agredieron a un grupo de periodistas que viajaba a la República Dominicana para participar en un taller de formación periodística. Los policías exigieron a los periodistas, miembros de radios comunitarias de varias regiones del país, pagar una multa no reglamentada. Los periodistas se negaron a pagar. Después de una discusión, el periodista Zephyr Ronald fue detenido por un policía que confiscó su cámara. Fue llevado a la comisaría de Croix-des-Bouquets, a unos 20 kilómetros de la frontera, donde permaneció arrestado hasta las dos de la madrugada. Pudo recuperar su libertad pero tuvo que firmar un documento donde se comprometía no divulgar lo sucedido. La Policía Nacional anunció medidas disciplinarias contra los policías culpables. La Unión de Periodistas Profesionales protestó por el uso de la fuerza de la policía contra los periodistas. Los transmisores de Radio Lumiere, emisora que pertenece a la Iglesia Protestante de Haití, fueron saboteados por individuos no identificados, quienes se llevaron equipos después de haber atacado al vigilante. Radio Lumiere evaluó las pérdidas en miles de dólares y no pudo seguir transmitiendo en A.M. Otros periodistas fueron agredidos en pleno ejercicio de su profesión en mayo pasado por manifestantes en Puerto Príncipe. Estudiantes que manifestaban contra el gobierno incendiaron el carro del equipo de reporteros de Radio Métropole y destruyeron el vehículo de un equipo de camarógrafos de la cadena de televisión privada Tele-Haití. Más de 20 emisoras funcionan en el área metropolitana. La cantidad de emisoras aumentó también en las principales ciudades de provincia, principalmente en Cabo Haitiano, segunda ciudad del país. Cuatro canales de televisión funcionan en Puerto Príncipe. La escasez de electricidad, considerando que la radio es el principal medio de comunicación del país, afecta notablemente el acceso a la información. Las baterías de radio son un artículo de lujo. Debido a que la mayoría de las emisoras transmiten en FM y a la estructura montañosa del país, las ciudades de provincia no reciben las señales de las emisoras de la capital. Radio Visi6n 2000, que emite por satélite para todo el país, Radio Métropole, Radio Haitf Inter y Radio Tropic FM, son excepciones ya que sus boletines de noticias son retransmitidos por emisoras de provincia. El acceso a las fuentes de información sigue muy limitado. Recientemente, durante una huelga de médicos pasantes del hospital de la Universidad de Estado de Haití, los dirigentes del Ministerio de Salud Pública prohibieron a los periodistas entrar al recinto del hospital para hablar con los huelguistas. La aguda crisis que atraviesa el país empuja a los políticos a opinar negativamente sobre los periodistas que son catalogados de partidarios o adversarios de Lavalás, la corriente ideológica mayoritaria en Haití. Personalidades políticas se niegan a acordar entrevistas a periodistas acusándolos de recoger hechos y opiniones a favor de otros sectores, lo que mancha la imagen y la confianza de la prensa ante la opinión pública.

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