Uruguay

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Existe, en términos generales, una buena situación en materia de libertad de prensa. Los nubarrones que se habían insinuado por el anuncio de la designación del exvicecanciller del gobierno ecuatoriano, Kintto Lucas, al frente de la Secretaría de Comunicación Institucional de la Presidencia de la República, fueron disipados por el primer mandatario, José Mujica, que decidió dejar en suspenso el nombramiento previsto para el 1 de marzo. Entendió que Lucas no se había "adaptado" a la política uruguaya, ni entendido "la realidad" de los medios de comunicación. El ex número 2 de la Cancillería de Rafael Correa había generado una fuerte polémica a partir del anuncio de su designación y sus declaraciones públicas habían generado temor. Existe incertidumbre sobre el envío al Parlamento de un proyecto de "ley de medios" con medidas regulatorias sobre la comunicación audiovisual, que hizo el presidente Mujica el 1 de febrero. El 26 de diciembre la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU), sindicato que agrupa a los trabajadores de la comunicación social, puso en consulta pública un proyecto de Código de Ética para la Actividad Periodística, redactado por un Comité surgido del Primer Debate de Ética Periodística y Mecanismos de Autorregulación, a afectos de recibir aportes y opiniones de todos los interesados. El plazo vence el 28 de febrero. El 7 de enero, ante algunos robos en casas de propietarios VIP en Punta del Este y su difusión por los medios, el intendente (alcalde) de Maldonado, distrito territorial que incluye a Punta del Este, Oscar de los Santos, acusó a la prensa en general al decir: “No me cabe duda que se alinean intereses económicos y mediáticos que intentan socavar la base turística de Maldonado y el país”, en alusión también a medios argentinos, por la divulgación de los robos a “famosos”. El 23 de enero, en su audición radial, el presidente Mujica se extendió en consideraciones contra los medios. “Todos los días nos encontramos con inútiles apelaciones a la deformación de la realidad. Se sustituye con imaginación y con falta de objetividad la pintura elemental de la realidad. Hay que separar la opinión y la especulación del capítulo información” fueron algunas de sus aseveraciones, aunque no precisó ejemplos. Para el mandatario, la responsabilidad de las prácticas que criticó en su audición es del periodismo escrito, ya que "el grueso de los informativos se forman en gran medida con los aportes de la prensa escrita y la prensa escrita, poco leída, se reproduce en los informativos". El 27 de enero, la primera dama y senadora —además de segunda en la línea de sucesión presidencial— Lucía Topolansky afirmó que “la prensa en el Uruguay está sana y es libre”, y a renglón seguido explicó que cuando el presidente Mujica dice que “la mejor ley de prensa es la que no existe” se refiere a que “no es muy partidario de poner limitaciones”, porque esa misma norma después trae “restricciones”. No obstante, agregó de inmediato que “esto no quiere decir que no deba haber limitaciones.”

El 21 de febrero el fotógrafo Francisco Flores y el chofer Julio Secondo, del diario El País, cubrían una información frente a un juzgado penal cuando fueron abordados por efectivos policiales que custodiaban la puerta. Ambos fueron esposados y detenidos durante una hora en el juzgado donde no se les permitió usar sus celulares para alertar sobre lo sucedido y tampoco se les informó el motivo de la detención, aunque los agentes afirmaron que había sido por orden de la jueza Marisa Fernández.

El 26 de febrero salieron publicadas en El País las declaraciones del nuevo asesor de Comunicaciones de la Intendencia de Montevideo, Javier Zeballos, subidas en su página de Facebook, en la cual se refirió en varias ocasiones a El País y a uno de sus periodistas, Andrés López Reilly, acusándolo de “hacer mandados”, obligado por el medio a atender los acuerdos semanales de la intendenta con su gabinete y “que le pagan por atacar sistemáticamente a la Intendencia. Zeballos ubica a El País como “un medio que se cree muy importante”, habla sobre “ética periodística” y acusa al periodista de escribir “falsedades” .

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