Conclusiones

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Reunión de Medio Año
Cancún, Yucatán, México
10 - 14 de marzo de 2000
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CONCLUSIONES Sigue la caza de periodistas en América. Ocho periodistas han sido asesinados en los últimos seis meses. De ellos, cinco fueron asesinados en Colombia, uno en Guatemala, Uruguay y México. Estas cifras se elevan a 218 los casos de periodistas asesinados en los últimos 11 años en el continente. En casi todos los casos, los culpables siguen siendo excepciones impunes. El caso de José Luis Cabezas en Argentina, cuyos autores fueron castigados y en la que la acción decidida del periodismo y la sociedad argentina jugó un papel. La Sociedad Interamericana de Prensa hizo sus propias investigaciones y logró que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos ha solicitado a funcionarios de mayor investigación para el gobierno de México sobre el asesinato de Víctor Manuel Oropeza y Héctor Félix Miranda. La SIP también ha creado una Unidad de Respuesta Rápida que investiga nueve casos de recientes asesinatos. Todos estos esfuerzos son insuficientes ante la gravedad de la situación. Se supone que los países democráticos han surgido nuevas formas de manipulación o las náuseas. En Perú, por ejemplo, el gobierno parece dispuesto a socavar la legitimidad de las próximas elecciones con constantes ataques contra periodistas y periódicos. El prestigioso diario El Comercio, Lima, fue el blanco en los últimos días de los ataques verbales que predecir, dada la historia del gobierno, al parecer, las acciones legales cuya única función es la de silenciar al periodismo independiente. La inclusión del supuesto principio de la información "oportuna, veraz e imparcial" en la Constitución de Venezuela pone de relieve la precaria situación de la prensa y la libertad de prensa en ese país. En Colombia, los asesinatos continúan, amenazas, secuestros y exilios que transformar la práctica del periodismo en una actividad peligrosa. En Chile, La Tercera, un periodista fue condenado a 541 días de cárcel por violar la Ley de la Seguridad del Estado Nacional, que todavía es usado como una figura de desacato y proteger a las autoridades antes de la supuesta difamación, injurias y calumnias. En Cuba, continúan el hostigamiento, la intimidación y el encarcelamiento de periodistas independientes. Para los ataques de los gobiernos, los narcotraficantes, guerrilleros y paramilitares en gran parte del continente se suman a algunas decisiones judiciales que violan los principios de la libertad de prensa consagrada en todos los tratados interamericanos. En Costa Rica, la Corte Suprema de Justicia condenó al diario La Nación para publicar el texto completo de una decisión judicial que celebró diez páginas de la edición completa del periódico. En su intención de ampliar su injerencia en el periodismo, el gobierno mexicano ha determinado que la agencia Notimex también examinará el papel de la agencia de publicidad. El panorama del periodismo en las Américas sería aún más oscuro si no fuera por la reacción del público y el periodismo, el ejercicio de la libertad de expresión y de prensa de gran alcance para construir sociedades libres y democráticas.

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