Alberto Ibargüen

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Discurso de Alberto Ibargüen, ganador del Gran Premio Chapultepec 2016
Reunión de Medio Año
Punta Cana, República Dominicana
10 de abril de 2016
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Alberto Ibargüen

Reunión de Medio Año de la SIP

Punta Cana, República Dominicana


Muchas gracias a todos mis colegas, hombres y mujeres, socios de la SIP. Me hice miembro de esta organización hace más de dos décadas y todavía me siento orgulloso de ella como defensora de los y de los principios tan elocuentemente presentados en la Declaración de Chapultepec.


Gracias, Pierre Manigault de Charleston, North Carolina en los Estados Unidos y Jorge Canahuati de San Pedro Sula en Honduras. Te agradezco a ti, también, Ricardo Trotti, de Córdoba en la Argentina y ahora de Miami en Florida. Menciono los lugares de origen de estos colegas porque reflejan el alcance extenso de la Sociedad Interamericana de Prensa.


Hoy en honor a los que me encaminaron y ayudaron a llegar a este premio, quiero recordar a aquellos que fueron tan importante en esta Sociedad y que fueron para muchos de nosotros fuentes de inspiración: me refiero a personas como John Knight, Lee Hills y David Lawrence de la compañía Knight Ridder, donde tuve la suerte y privilegio de trabajar por muchos años. Me refiero también a personajes de diferentes generaciones de la SIP como Horacio Aguirre, Aldo Zucolillo, Jorge Fascetto, Fabricio Altamirano, Rosental Alves, Scott Schurz y Danilo Arbilla. No digo que fueron los únicos; solo que fueron, en mi caso particular y en momentos importantes de mi vida y en la lucha para la libertad de prensa, personas de gran importancia en la SIP y a las que les guardo respeto y afecto.


Intro


Agradezco la oportunidad de compartir algunas ideas y reflejar sobre la influencia de nuestro fundador John S. Knight. Con su permiso, presentaré esta intervención parte en español y parte en inglés, pidiendo disculpas a mis colegas brasileiros ya que mi portugués es demasiado pobre.


La Declaración de Chapultepec no solo fue una noble declaración de principios, hace más de veinte años, sino que es una declaración de la realidad Americana de hoy: una realidad norteamericana, centroamericana, caribeña y sudamericana. Que orgullo el mío recibir este inmerecido premio en el día en que dos líderes hemisféricos, el presidente de la República Dominicana, Danilo Medina, y el secretario general de la OEA, Luis Almagro, hayan reafirmado su apoyo a los principios al firmar la Declaración.


Tampoco es Chapultepec solo un documento histórico. Es un documento que en cierto modo predijo el futuro que hoy vivimos. Vale la pena referirse al documento que contempla una situación hemisférica que reconocerán. Declararon en 1994 lo siguiente:


"... América puede ver su futuro afincado en la democracia. La apertura política ha ganado terreno. Los ciudadanos tienen mayor conciencia de sus derechos. Elecciones periódicas, gobiernos, parlamentos, partidos políticos, sindicatos, asociaciones y grupos sociales de la más variada índole, reflejan más que en ningún otro momento de nuestra historia las aspiraciones de la población.


"En el ejercicio democrático, varios logros suscitan el optimismo, pero también aconsejan la prudencia. La crisis de las instituciones, las desigualdades, el atraso, las frustraciones transformadas en intransigencia, la búsqueda de recetas fáciles, la incomprensión sobre el carácter del proceso democrático y las presiones sectoriales, son un peligro constante para el progreso alcanzado. Constituyen también obstáculos potenciales para seguir avanzando.


'Por todo ello, es deber de quienes vivimos en este hemisferio, desde Alaska hasta Tierra del Fuego, consolidar la vigencia de las libertades públicas y los derechos humanos."


Ese análisis vale tanto hoy como entonces. Y continuaron:


"Sin libertad no puede haber verdadero orden, estabilidad y justicia. Y sin libertad de expresión no puede haber libertad. La libertad de expresión y de búsqueda, difusión y recepción de informaciones sólo podrá ser ejercida si existe libertad de prensa."


...

"Prensa libre es sinónimo de expresión libre."


Todavía nos inspira la Declaración de Chapultepec. Pero las circunstancias de la prensa han cambiado notablemente desde el '94. Aquella prensa libre, independiente y económicamente fuerte se encuentra agobiada. Y la SIP, organización temida por tiranos y ejemplo para el mundo entero, también ha sufrido con los años.


En 1994, no se imaginaron – debo decir, no nos imaginamos – que dos tendencias fundamentales se convertirían en peligros mortales para el periodismo que defendíamos.


· La primera, que la tecnología que nos permitió avanzar la libre expresión sería la tecnología que pusiera en riesgo el negocio de prensa que era – y es – imprescindible requisito para sostener una prensa fuerte e independiente. Y todavía no hemos sabido cómo utilizar esa tecnología para poder garantizar los derechos que nos animan.


· Y tampoco se previó en el '94 que surgiera una nueva y diferente guerra contra el periodismo, el periodista y la libre expresión, una guerra cuyos protagonistas no son de gobierno sino son intereses comerciales como el narcotraficante o ideológicos como suelen ser los terroristas y en cual el objetivo no es silenciar al periodista sino usar el asesinato de un periodista como arma en una guerra propagandística, utilizando medios y tecnología del momento para diseminar sus atrocidades sin necesidad ni de ningún estado ni de la prensa.


Qué hacer


La realidad actual exige que sigamos tres mandamientos:


1. Continuar la lucha a favor de la libre expresión. Si no continuamos dedicados a esa meta, no hay ni razón de ser como prensa, ni democracia.


2. Mantener a flote el negocio hasta que evolucionemos a un modelo sostenible.


3. Mantenernos unidos, razón por la cual organizaciones como la SIP siguen teniendo valor, y merecen nuestro apoyo.


Cómo mantener a flote el negocio es el reto crucial de todo medio: cómo evolucionar el negocio a medida que cambia la tecnología y a medida que la tecnología cambia el negocio y los hábitos y deseos de los clientes, lectores, radioescuchas, televidentes o usuarios de Internet.


Habría que estudiar el ejemplo de John Knight, fundador de la compañía norteamericana de periódicos Knight Ridder y de la fundación que tengo el privilegio de dirigir. Desde el comienzo de su carrera, Knight fue fanático de la tecnología y la adoptó, a veces con éxito y otras con resultados económicos desastrosos. Por ejemplo, a principios del siglo 20, fue el uso de un avance tecnológico llamado "el teléfono" que le permitió a Knight comenzar su colección de periódicos en muchas partes del país. Y en el 1948, Knight ya hablaba de la posibilidad de distribuir su periódico por fax, décadas antes de que la enorme mayoría de la gente ni siquiera supiera que era un fax. Por otra parte, su compañía perdió mucho dinero experimentando con Internet, cuando Internet solo ofrecía texto, antes de que fueran posibles en Internet tener voz, video, color y movilidad. Pero lo importante es que nunca dejaron de experimentar. Veían la innovación no como un fin, sino como un vehículo hacia lo nuevo, lo desconocido, y hacia el éxito.


La SIP


Igual tendrían que hacer asociaciones como la SIP y me alegraron las palabras de Pierre Manigault esta mañana. Los mismos mandamientos de la unión, la evolución del negocio y la fieldad a los principios de libre expresión deben ser los de la asociación. La SIP también tiene que diseñar todo pensando en el usuario y en como lo podeos involucrar. Hoy, dar la noticia es meramente el comienzo de una conversación. El que no involucre a su usuario, sea permitiéndole comentar o facilitando el uso de la información en la forma que quiera el usuario, está perdiendo una oportunidad de ganar mercado, mercado comercial y mercado de ideas.


En una reunión de la SIP, no se puede hablar del valor de la unión sin recordar lo logrado con el proyecto contra la impunidad. Cuando empezamos esa labor, criminales gozaban de una total impunidad al asesinar periodistas. Callaban nuestras voces y achicaban nuestras democracias.


Unidos, usando lo que sabemos usar como editores y periodistas, es decir, periodismo investigativo, anuncios en los periódicos y utilizando el acceso de nuestros editores a las personas más poderosas en diversos gobiernos, logramos en poco tiempo que más de un centenar de asesinos pagaran por sus crímenes.


Nada en esta vida es perfecto. Todavía asesinan periodistas. Qué vergüenza y tragedia para todos nosotros que dentro de los 10 países més peligrosos para ser periodista, se encuentren dos de los nuestros – con lo que solo quiero decir que todavía hay mucho que hacer.


Knight Foundation


En la fundación Knight, nos hemos dedicado a la educación de periodistas y a la experimentación para determinar que medios, que plataformas, que aparatos usaran los ciudadanos, como usaran los aparatos y como valorizarán la información, según la plataforma usada, de manera que se pueda instruir a una nueva generación de periodistas.


Apoyamos a gente que sean audaces y visionarios, que sepan cómo manejar proyectos y realizar ideas, y que sean tenaces, porque esto no se resolverá a corto plazo.


Apoyamos a periodistas que quieran lograr la transición a los nuevos medios. Para más información, espero que nos visiten en nuestra página web, www.knightfoundation.org.


Y ahora quiero cambiar de idioma para poder citar a John Knight en su propio idioma, inglés.


Conclusión


What is our bottom line?


First, we must decide what we're going to continue to do about the shocking reality of a weaker press in the face of continued pressure to control speech and thought. Second, we must embrace change and innovation and even disruption in order, eventually, to survive and thrive.


There are several trends emerging that could move us closer to free expression or further away. These include issues of privacy and the proliferation of sophisticated digital technology, the growing stratification of the web and Internet access, forces of socioeconomic and political unrest, and the growing disappearance of local, reliable journalism. Each is a problem begging to be understood as an opportunity.


The concentration of press power was the subject of one of yesterday's sessions here. This week, we saw the biggest concentration of newspapers in the US get even bigger, with Gannett buying the Journal News group that includes the old Scripps newspapers. Gannett now has more than 100 newspapers in a company they spun off to hold newspaper properties, separate from their tv and other holdings. But does that matter? It may be that the relevant concern is information in the hands of government in the digital age, as in China. Or, alternatively, we should consider the concentration of information in the hands of a handful of companies that we have come to depend o – and even love and admire – like Google, Apple, Amazon, Face Book or Microsoft.


We don't know what will happen when future generations of their managers, not the idealistic founders, run those companies and institutional investors, who are not mission-driven, are their biggest constituencies, as happened in the United States with publicly held newspapers. I don't even know if these Internet companies will be disrupted and replaced by others, just as they replaced their predecessors. But we do know that, every day, this cohort of companies decides and defines the algorithms that will decide the facts we know – and think we know and therefore should be part of any discussion about concentration of information.


At Knight Foundation, we are committed to freedom of expression in all its changing forms. It is our history and legacy. Jack Knight wrote in 1972, "We cannot free the minds of men, if at the same time we accept limitations upon free speech or the right to express our opinions through the printed word or electronic media. The American press must resist with all the strength it can muster any governmental or other restrictive measures designed to negate or dilute our individual freedom ...."


In the materials for this convention, the IAPA provided an op/ed by Anders Gylenhaal from the McClatchy Company, the company that carries the name of Jim McClatchy, the most important promoter of the Chapultepec Declaration. Anders refers to the First Amendment of the Constitution of the United States, which prohibits Congress from making laws abridging natural rights, including free expression, religion, free press and assembly. I believe the First Amendment is properly considered the Gold Standard for free expression, and must be constantly and jealously protected. Later this year, Knight Foundation and Columbia University will make an announcement about a major new initiative in this area. When it is announced, I hope you will understand it as another indication of our determination at Knight Foundation that the right of people to think and speak freely shall not perish.


Today's award has deep meaning for me. I accept it with humility and fellowship, and most of all, with the knowledge that the greatest honor belong to the fallen and to the journalists who every day risk their lives to tell the world the truth.


Let us unite in a promise to them – to our colleagues who commit everything to this cause – that we remember them and will fight for freedom – always.

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