22 junio 2017
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Fue el único camino del Grupo Abril de São Paulo, Brasil y ha creado optimismo en el Grupo Clarín de Argentina.
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¿Monetizar o no monetizar? Ni siquiera es una pregunta

Todos los medios digitales quieren monetizar su contenido. Unos ya se han decidido pero otros van con cautela. Las audiencias son masivas pero no se traducen fácilmente en dinero constante y sonante.

Isabel Amorin, la directora de marketing de Grupo Abril, un conglomerado de medios con sede en São Paulo, Brasil, lo dijo claro en uno de los paneles del miércoles en SIPConnect: "El aumento del ingreso no sigue al aumento de la audiencia".

Cobrar o monetizar los contenidos fue el único camino que la digitalización le dejó abierto a Abril y hace solo tres meses inauguró su muro de contenido bajo pago o paywall. Se parece al de O Estado de São Paulo; se ofrecen gratuitos unos 10 o 12 artículos y, después de eso, se factura.

Otro coloso de la prensa sudamericana, Clarín de Argentina, también acaba de inaugurar su paywall y su gerente, Javier Kraviez, explicó en SIPConnect por qué se siente optimista con el cambio.

El mensaje en el panel "Nuevos casos de éxito de monetización de contenidos. El retorno de los paywalls" fue que no se trata únicamente de un deseo de lucrar sino que, sobre todo, de acercar más los medios a los intereses y los gustos del público. En ese sentido, cobrar por contenido tiene que interpretarse también como diversificar y condicionar esos contenidos a las aspiraciones de los que leen.

Y, sobre todo, lo fundamental es poder registrar al lector porque, como explicó Kraviez, una audiencia registrada "es una audiencia fiel". Es el "singwall" el contenido por registro un paso previo para ayudar a desarrollar un pawall, explicó el ejecutivo de Clarín.

Para Billy Aldea-Martínez, de la firma Piano, líder en la implementación de programas para el cobro de contenido digital, un muro de pago puede ser visto como la meta de una serie de procesos de marketing que llevan a los diarios, a todos los medios, a valorar mejor su producto intelectual.

The New York Times es el espejo en el que los entusiastas del cobro gustan verse. En este momento el diario genera más ingresos por suscripciones que por publicidad digital.


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