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1980

4 de julio de 1981 - 09:56
NOMBRES
PAÍS
Philip G. Avila USA
Judi Ellen Dash USA
Philip J. García USA
María Luisa Membreño Honduras
Linnet F. Myers USA
María Oliva Argentina
Jane Ragsdale USA
Viviana Rojas Chile
Vicent Tulloch Jamaica
Giuliana Velásquez Perú
Giles E. Wolak USA
            Testimonio de Becarios    

Mi labor en La Nación de Buenos Aires fue el trabajo de mis sueños. Me encantó la enormidad de toda la empresa, sede de colegas eruditos, su nivel de profesionalismo. Tengo bastantes y detallados recuerdos como para llenar un tomo. El espacio no me lo permite aquí.

Fue en Buenos Aires que llegué a dominar el español hablado. A través de mis colegas de La Nación conocí el polo, los alfajores, todas las cosas gauchas (incluyendo la rueda de mate), y fue en el comedor, que estaba en el piso de arriba, que degusté la mejor carne de res.

Aprendí a apreciar la democracia y la libertad de expresión que tenemos en Estados Unidos. Casi me arrestan (y perdí un rollo de película) por tomar fotografías dentro de un edificio de la universidad. Salí de Argentina menos de un mes antes del estallido de la guerra de las Malvinas. Era el momento perfecto para lanzar una carrera periodística seria, pero opté por regresar a Texas para ayudar a manejar el negocio familiar.

Utilizo mi español todos los días. Puedo usar mis habilidades periodísticas a diario, sobre todo la escritura y las habilidades de organización. Con frecuencia redacto cartas, boletines, folletos y otros materiales promocionales. De vez en cuando envío artículos a revistas y periódicos, y a veces, me entrevistan, y sé lo que puede resultar interesante para un escritor. Estoy agradecida por mi beca en La Nación y por las oportunidades que me brindó la SIP.

Becada por la SIP estudié en la Universidad de Florida, en Gainesville, un Master of Arts in Journalism and Communications. Adquirí mucha experiencia en la búsqueda de la  información y en cómo escribirla para hacerla más atractiva al lector, siempre manteniendo la rigurosidad en el chequeo de las fuentes.

Además del entrenamiento profesional con profesores de primer nivel (dos premios Pulitzer), el conocimiento de otra cultura, la convivencia con compañeros de estudio que venían de distintas partes del mundo, también coseché profundas amistades que continúan hoy a pesar de haber pasado 30 años, entre otras mantengo el contacto con Lisa Kaplan, mi compañera de cuarto en Gainesville, y con Zulay Chirinos, que trabajaba en The Miami Herald cuando estuve haciendo prácticas como pasante.

De regreso en Argentina trabajé en Tiempo Argentino y luego cumplí una maestría en Relaciones Internacionales en FLACSO. Actualmente soy la editora de la sección Internacional de El Cronista, diario especializado en noticias económicas y financieras.

Tenía siete meses de embarazo y estaba en la sala de redacción de La Nación en Santiago, cuando mi editor me entregó el cable de UPI diciendo que yo había ganado una beca SIP. Cambió todo. La práctica del periodismo estaría ligada por siempre a mi interés por el análisis de los medios. Cumplí la maestría de comunicaciones en la Universidad de Windsor, en Ontario, Canadá, adonde decidí ir pues encontré que el sistema de salud sería más bondadoso para mi familia.

Con una beca de US$ 3,800 y los pasajes, más mis ahorros, hice maravillas. Cuatro cursos fueron centrales en mi devenir académico posterior: comunicación y desarrollo, sistemas de propaganda, análisis de contenido y comunicación intercultural. Ya de regreso en Chile trabajé en diversos medios y empecé mi carrera académica como profesor ayudante en la Universidad de Chile. Luego, profesor en la Universidad Diego Portales, en donde estuve hasta 1997 cuando fuí aceptada en el doctorado en periodismo en la University of Texas, Austin. En 2002, comencé a trabajar como profesor asistente de comunicaciones en dicha universidad, en San Antonio. Luego pasé al rango de profesor Asociado. Hoy enseño comunicación internacional e intercultural, teoría de la comunicación y medios y varios otros relacionados con el cine y temas internacionales. Publico e investigo en esas mismas áreas.

Miles de alumnos han pasado por mis cursos en Chile y Texas, y me siento muy orgullosa de poder abrirles un mundo, tal como se abrió para mí, la hija de una aseadora y de un mecánico de autos, que no pudieron terminar la escuela básica. Gracias SIP por contribuir a mi capital educacional y definir una nueva trayectoria de vida para mí y mi familia.

FUENTE: nota.texto7

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