Caracol Radio COLOMBIA 18/07/2017 - 23:42
Los medios de comunicación de Colombia, sus directores, editores, columnistas y opinadores rechazan tajantemente con un comunicado público dirigido al país, el trino del expresidente Álvaro Uribe Vélez contra Daniel Samper Ospina en que lo acusa de ser "violador de niños".
Ya van 100 periodistas firmantes, quienes le piden al expresidente que termine ya su práctica de difamar, calumniar e injuriar a sus críticos como si no estuviera obligado a dar ejemplo como expresidente y como ciudadano.
Todos los demás medios de comunicación y periodistas que quieran sumarse a este rechazo, pueden hacerlo manifestándose en sus redes sociales, con la etiqueta #PorElRespeto.
El siguiente es el texto completo del comunicado:
Punto final
Es hora de que el expresidente Álvaro Uribe Vélez deje atrás la práctica sistemática de difamar, calumniar e injuriar a sus críticos como si no fuera un expresidente obligado a dar ejemplo, ni un ciudadano sujeto al Código Penal.
El límite de todos los colombianos es y debe ser la ley. Y es tiempo de que el expresidente esté a la altura del enorme poder del que ha venido abusando sin mayores consecuencias: el último ejemplo de su estrategia de estigmatizar e intimidar para imponerse en el debate público, aquello de permitirse llamar "violador de niños" al periodista Daniel Samper Ospina frente a sus más de cuatro millones de seguidores de Twitter, no es sólo una infamia irreversible que habrá de tener solución en la justicia, sino también un repugnante acto de violencia que ya ha empezado a llamar a más violencia.
Twitter es la vida real. Quien comete un delito allí comete un delito en su país. Hoy, cuando en las redes sociales se ha vuelto común hostigar a los periodistas hasta ponerlos en peligro, resulta inaceptable que el expresidente siga jugando el perverso juego de rectificar cuando el daño ha sido hecho, siga legitimando socialmente esa manera temeraria de participar en la deliberación pública y liderando ese premeditado ataque contra la prensa y la libertad de expresión –ese echarle la culpa y acusar de conspirador al mensajero– que es una arremetida contra la democracia.
No se trata de reclamar, de ninguna manera, un trato privilegiado para los periodistas, ni de librar al periodismo de la crítica, sino de defender el derecho de todos a hablar sin ser objeto de los abusos de quien se sabe poderoso.
Una palabra de Uribe basta para enlodar un nombre, para exacerbar los odios de tantos colombianos frustrados, para degradar y envenenar el necesario debate político del país. Lejos está del líder responsable y digno que tendría que ser.
Pero él sabe todo esto: él no está reaccionando en caliente, ni cometiendo un desliz, sino redoblando un comportamiento peligroso e inescrupuloso cargado de intenciones políticas. Corresponde a la ciudadanía, pues, el siguiente paso. Dar ejemplo. Exigir sin miedo, con la ley de su lado, el fin de la calumnia como estrategia. Solidarizarse con el calumniado más allá de las contingencias de la política. Decirle al calumniador que ha llegado la hora de que se detenga.
Jesús Abad Colorado, Laila Abu Shihab, José Manuel Acevedo, Fernando Alonso Ramírez, Yamid Amat, María Elvira Arango, Gloria Arias, Luis Francisco Arias, Darío Arizmendi, Mauricio Arroyave, Ricardo Ávila, Bacteria, Andrés Becerra, Betto, María Elvira Bonilla, Catalina Botero, Diana Calderón, Jairo Calle Coneo, Juan Pablo Calvás, Antonio Caballero, Fidel Cano, Alberto Casas Santamaría, José Eustorgio Colmenares, Daniel Coronell, Ernesto Cortés, Olga Criollo, Vicky Dávila, Félix de Bedout, Vanessa de la Torre, María Elvira Domínguez Lloreda, María Jimena Duzán, Jorge Espinosa, Heriberto Fiorillo, Erika Fontalvo, Álvaro Forero Tascón, Ricardo Galán, Álvaro García, Mauricio García Villegas, Diana Giraldo, Gustavo Gómez Córdoba, Ignacio Gómez, Judith Gómez, Mauricio Gómez, Paola Gómez, Gonzalo Guillén, Claudia Gurisatti, Sebastián Hiller, Juan Carlos Iragorri, Adriana la Rotta, Mabel Lara, Juanita León, Juan Esteban Lewin, Diego Martínez Lloreda, Juan Luis Martínez Cadena, Matador, Mheo, Andrés Mompotes, Diana Montoya, Néstor Morales, Gina Morello, Hassan Nassar, Carlos Obregón, Lila Ochoa, Cecilia Orozco, Heidi Ortiz Tamayo, Alfonso Ospina, Ricardo Ospina, Daniel Pacheco, Oswaldo Páez, Claudia Palacios, Rodrigo Pardo García-Peña, Bernardo Peña, Roberto Pombo, Fernando Quijano, Darcy Quinn, Ana Cristina Restrepo, Darío Restrepo, Felipe Restrepo Pombo, Jorge Restrepo, Nicolás Restrepo, Héctor Riveros, Luis Enrique Rodríguez, César Rodríguez Garavito, María Isabel Rueda, Ana María Saavedra, Daniel Samper Pizano, María Elvira Samper, Alonso Sánchez Baute, Julio Sánchez Cristo, Alejandro Santos, Diego Santos, Ricardo Silva Romero, Manuel Teodoro, Rodrigo Uprimny, Jorge Alfredo Vargas, Juan Roberto Vargas, Luis Carlos Vélez, Margarita Vidal, Vladdo, Felipe Zuleta, Camila Zuluaga.
Vea aquí el video de Daniel Samper Ospina, periodista y columnista de Semana
Para entender la controversia, lea aquí.
Andiarios frente al caso del periodista Daniel Samper Ospina
Denunciar hechos punibles es una obligación legal de los colombianos con base en principios constitucionales. Y para la investigación, imputación, juzgamiento y condena de delitos existen instituciones, normas y procedimientos.
La formulación confusa de supuestas denuncias a través de otros canales, en el contexto de purgas y revanchas personales con tufo político resultan absolutamente reprochables.
Conlleva motines de opinión que exacerban emociones, enjuiciamientos que estigmatizan causas y destinatarios, sin que retractación o rectificación alguna pueda restablecer su caracter, y enrarecen el funcionamiento del estado de derecho desde toda óptica negando sus valores.
Vemos como en la política internacional y en la colombiana se impone de manera efectiva esta práctica como herramienta proselitista, de distracción, de distorsión, desequilibrio y conducción de la opinión pública en favor de intereses de quienes la emplean y en contra de sus enemigos y obstáculos.
Falsas noticias y posverdad, son algunos de los términos que se acuñan actualmente para explicar este fenómeno, el cual se ha salido de control con evidentes y nefastas consecuencias para el mundo y para Colombia.
Andiarios y sus medios de información afiliados rechazan estas prácticas, invitan a las audiencias a ser exigentes con las fuentes en términos de la calidad y veracidad de sus contenidos, y a evitar las que se nutren de estos atropellos.
Así mismo, invitan a los medios de información serios a unirse institucionalmente en una campaña por contenidos veraces y excelsos, negándose a convertirse en efectistas propagadores de mensajes de estrategas de la comunicación engañosa.
Nuestra solidaridad en esta ocasión con el periodista Daniel Samper Ospina, señora, hijas y familia.
