En muchas empresas, la falta de conocimiento de conceptos de marketing provoca que se pidan resultados imposibles no por falta de personal talentoso, sino porque falta comprender lo que marketing implica y necesita para tener éxito. Se abre el telón y entre luces y humo, el mago hace que un conejo salga del sombrero, con una varita mágica convierte el líquido en papel y además adivina la carta que elegimos, dejando al público asombrado y feliz a base de ilusiones, en un show, un escenario. En la escenografía del marketing no hay magos, hay gerentes de mercadeo, no adivinamos cartas, nos basamos en datos, y no hay varitas, hay herramientas para ser usadas en mercados reales, donde lo que se requiere son soluciones, no ilusiones. Pero algunas veces, sin darnos cuenta estamos pidiendo magia, no marketing.