25 noviembre 2015
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Existe una fuerte corriente reguladora de los medios de comunicación en América Latina, según se desprendió de una reunión sobre concentración de medios, organizada en Bogotá la semana pasada por la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la oficina regional de Comunicación de la UNESCO.

En la conferencia "Medios Libres e Independientes en Sistemas Mediáticos Plurales y Diversos", realizada el 18 y 19 de noviembre, el relator especial, Edison Lanza, presentó un borrador de trabajo con 108 puntos, sobre estándares para la regulación.

El documento borrador, "Hacia la construcción de estándares sobre diversidad, pluralismo y límites a la concentración indebida de medios de comunicación", deviene de sus trabajo de las audiencias temáticas, iniciadas en marzo de este año, y de la cual participó una delegación de la SIP. Lanza anunció que nueve gobiernos y 15 organizaciones de la sociedad civil enviaron sus posiciones y escritos.

Más allá de los debates en que hubo cruces de posiciones sobre las diferencias entre concentración de medios gubernamentales y privados, quedó en el ambiente ciertas preocupaciones respecto a la voluntad reguladora que existe en organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales.

Entre esas inquietudes, llamó la atención que se pretenda regular a los medios escritos y digitales, regular al interior de los medios bajo la excusa del pluralismo editorial y de opinión. También existe la tendencia, justificada de acuerdo a sentencias de las cortes europea e interamericana de derechos humanos, de que el artículo 12 de la Declaración de Principios de Libertad de Expresión no tendría validez, ya que habla de monopolios y oligopolios, pero no de concentración y que sí debe haber regulación específica para medios de comunicación.

Entre otros puntos importantes que surgieron en la reunión, se establecieron los siguientes: Cualquier organismo de aplicación de normas debe ser independiente y autónomo del poder político; se necesita mayor investigación para determinar los tipo de concentración indebida y sus efectos; existe preocupación que se entreguen estándares a gobiernos que los puedan usar para crear leyes que busquen controlar los contenidos; que los gobiernos sigan utilizando la publicidad oficial y otras vías indirectas de censura como premio y castigo.

La conferencia también estuvo destinada a discutir termas de sostenibilidad de los medios de comunicación. Así como varios panelistas minimizaron el papel negativo de varios gobiernos en materia de censura, otros evidenciaron los problemas para la libertad de expresión que generan leyes como la de Responsabilidad Social en Venezuela, de Servicios Audiovisuales en Argentina y Ley de Comunicación de Ecuador, así como la situación con los medios y periodistas en Cuba, Nicaragua y Bolivia.

En las conclusiones, Lanza dijo que se ha avanzado en la diversidad del debate, "como quedó reflejado aquí"; que pese a las divergencias y al riesgo de presentar un borrador guía de trabajo, "es evidente que no hay una sola receta" para buscar la diversidad y pluralidad de medios y que "no existen oligopolios y monopolios en la región". Agregó que el desafío no es solo crear estándares, sino identificar mejores prácticas. Por último, convocó a seguir creando espacios de debate como "esta conferencia".

Por la SIP, participó su director ejecutivo, Ricardo Trotti. También como director de la SIP, aunque en su calidad de editor de El Nacional de Caracas, participó Miguel Henrique Otero.

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