Lima, Perú
(30 de agosto del 2000) -- Tras dos días de intensas visitas
en esta ciudad, y luego de entrevistas con miembros de la oposición,
de los medios de comunicación y de las fuerzas vivas del
país, la Sociedad Interamericana de Prensa culminó
ayer su gestión con una reunión con el presidente
Alberto Fujimori, los principales miembros de su gabinete ministerial
y congresistas que apoyan su gobierno.
En la oportunidad,
la SIP entregó una carta al primer mandatario con sus preocupaciones
y planteos respecto a la situación del Perú en materia
de libertad de prensa. Se le explicó al presidente que más
allá de las apariencias, en lo esencial, existe una serie
de hechos que lesionan seriamente la libertad de prensa.
En todo momento,
los miembros de la delegación de la SIP expresaron su mejor
ánimo de contribuir al encuentro de una solución para
el afianzamiento democrático, el cual pasa por la plena vigencia
de la libertad de expresión. Asimismo, destacaron que con
su presencia querían sumar el esfuerzo de los diarios de
América a la gestión que ha cumplido y cumple la Organización
de Estados Americanos (OEA) para conseguir a través de una
mesa de diálogo, aceptada por el gobierno y la oposición,
la redemocratización del país.
En función
de los medios que representan y de su razón de defender un
derecho que es universal y que transciende fronteras, la SIP sugirió
y propuso al gobierno algunas eventuales salidas para los temas
más candentes en el país sobre libertad de prensa,
siguiendo incluso una conducta iniciada hace cuatro años,
cuando otra misión de la organización advirtió
al gobierno sobre estos asuntos que comenzaban a ponerse difíciles
y hoy, claramente, forman parte de los conflictos más grandes.
La SIP planteó
al presidente, como una solución a los casos de Canal 2 y
Red Global 1160, volver a la situación anterior en lo que
hace a la propiedad de dichas televisoras. Los miembros de la SIP
dijeron al mandatario y su comitiva que en función de la
información recogida no parecen viables algunas soluciones
que se manejan y por ello sugirieron, incluso, un camino de arbitraje
a cargo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, institución
que ya analiza uno de esos casos.
Dijo la SIP
que es preciso disponer de mecanismos y controles que impidan cualquier
acción o interferencia de los servicios de inteligencia en
la actividad de los medios y de los periodistas.
Asimismo, solicitó
que se establezcan métodos que aseguren una total transparencia
en el otorgamiento de la publicidad oficial, que es una de las formas
que se ha denunciado como un instrumento más para la presión
sobre los medios y los periodistas, castigándolos o premiándolos
en función de sus políticas informativas y líneas
editoriales.
Sobre las actuaciones
de la Justicia, en lo que hace a los medios de comunicación,
la SIP dijo que se requieren cambios muy concretos para que a nivel
internacional pueda tenerse la seguridad de que ésta realmente
cumple con sus fines de amparar los derechos humanos y no que sea
una especie de amenaza peligrosa, continua y veleidosa, contra los
medios de comunicación, como en muchos casos se le percibe.
La misión
también le manifestó la especial preocupación
que le genera el desamparo mayor que existe para los periodistas
del interior del país que son hostigados y amenazados por
las autoridades locales y nunca protegidos de otro tipo de presiones
a las que están expuestos, todo lo cual genera continuas
denuncias.
La SIP señaló,
como la mejor garantía para la transparencia de las acciones
de gobierno y control de parte de la ciudadanía, que exista
un libre acceso a la información oficial para que el derecho
de los ciudadanos a expresarse sin ninguna limitación y a
informarse, informar y buscar información sea ejercido plenamente
como lo exige ineludiblemente un régimen democrático
genuino.
Tanto el presidente
Fujimori como los miembros de su gabinete plantearon con amplitud
la visión del gobierno, pero afirmando en todo momento que
desde su punto de vista en el Perú existe una libertad de
prensa irrestricta y que determinados problemas como el caso Canal
2 y de la Red Global 1160, dependen de la Justicia y no del Poder
Ejecutivo.
Como un aspecto
positivo a destacar, la SIP señala el interés demostrado
ante sus planteos por la situación de los periodistas del
interior. En ese sentido, y ante la disposición a considerar
los casos específicos, la SIP indicó que esos datos
pueden ser obtenidos en los informes de la organización peruana,
Instituto Prensa y Sociedad.
Si bien los
miembros del gobierno fueron determinantes al manifestar que los
casos de Canal 2, Baruch Ivcher y Red Global 1160 pertenecen a la
esfera judicial, el presidente Fujimori abrió una alternativa
ante la idea de la SIP sobre dar participación a la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, al recordar que el retorno del
Perú al campo de lo contencioso de ese cuerpo es uno de los
temas de la agenda concertada con la OEA.
Por otra parte,
en la entrevista con el principal representante de la oposición,
Alejandro Toledo, el diálogo también fue muy amplio
y esclarecedor. La SIP recibió con beneplácito la
afirmación de Toledo, en el sentido de que él entiende
que entre los puntos a analizar en la mesa de diálogo, los
que tienen que ser aprobados de inmediato son los referidos a la
libertad de expresión, por cuanto señaló que
no se puede hablar de democratización si esa libertad no
está plenamente vigente.
Agregó
que superar los problemas actuales sobre libertad de expresión
permitirá que se lleve el resto del diálogo con una
total transparencia y que el público pueda así vigilar
y tener conocimiento inmediato de los acuerdos que se logren.
La SIP no puede
más que abrir una esperanza y expresar un deseo para que
esta instancia que vive Perú, culmine exitosamente y que
la libertad de prensa pase a regir sin ningún tipo de trabas.
La misión se sentiría muy bien si su gestión
contribuyera a ello y se permite a hacer un llamado para que el
diálogo se desarrolle sin posiciones radicales ni ortodoxas.
Y que en lo que hace a la libertad de expresión se vuelva
al camino que marca las convenciones internacionales, el Pacto de
San José de Costa Rica y la Declaración de Chapultepec,
conocida a nivel continental.
La misión
de la SIP estuvo encabezada por su presidente Tony Pederson (Houston
Chronicle, Texas, Estados Unidos), e integrada por el vicepresidente
primero, Danilo Arbilla (Búsqueda, Montevideo, Uruguay);
el titular de la Comisión de Libertad de Prensa e Información,
Rafael Molina (Ahora, Santo Domingo, República Dominicana);
los ex presidentes, Jorge Fascetto (El Día, La Plata, Argentina)
y Edward Seaton (Manhattan Mercury, Kansas, Estados Unidos); el
director ejecutivo, Julio Muñoz y el coordinador de Libertad
de Prensa, Ricardo Trotti.
FUENTE: nota.texto7