REPÚBLICA DOMINICANA

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El panorama de la libertad de prensa presenta signos preocupantes debido a crímenes, abusos, atropellos y actos de intolerancia con los periodistas y los medios de comunicación. Dos periodistas han sido asesinados en los últimos seis meses, lo que ha generado mucha inquietud en los medios. Sus casos forman parte de una ola de violencia, y no hay evidencia de que sus muertes se relacionen con el trabajo periodístico; se trata del comentarista de televisión y abogado, Domingo Disla Florentino, y del periodista radial y comerciante Facundo Labata Ramírez. A principios de agosto, en la provincia de Dajabón, personas no identificadas rociaron gasolina y lanzaron un artefacto explosivo al vehículo del periodista César Montesinos, que estaba estacionado frente a su residencia. También en agosto, el fotógrafo Orlando Ramos, del diario Clave Digital y del semanario Clave, fue golpeado por agentes armados y luego detenido, en momentos en que se disponía a tomar fotografías a la Primera Dama dominicana, Margarita Cedeño de Fernández, al término de un concierto en el Teatro Nacional. El periodista Adonis Santiago Díaz, de Diario Libre, fue sometido a un interrogatorio en la Dirección Nacional de Drogas con relación a una información publicada sobre el lanzamiento de droga en el embalse de una represa. En un hecho similar, denunciado por el Colegio Dominicano de Periodistas, los reporteros Federico Méndez y Leoncio Comprés, de Diario Libre, y Diego Pesqueira, del periódico Hoy, fueron citados a comparecer en una audiencia para explicar sobre informaciones publicadas en que se involucra a implicados en una mafia que gestionaba pasaportes oficiales con documentos falsos. Se ha registrado un incremento en la práctica de intervenir los teléfonos y de aplicar otras formas de espionaje a los periodistas y a ejecutivos que laboran en diferentes medios, debido al empleo de equipos de alta tecnología por parte de grupos que gozan de impunidad y de una amplia libertad de acción. El asesinato del periodista Juan Andujar, ocurrido en septiembre del 2004, continúa sin una solución judicial definitiva. El principal sospechoso del crimen permanece en prisión, pero todavía está pendiente el juicio. También sigue sin ser aclarado la agresión a tiros sufrida en el 2004 por el comentarista de radio y televisión Euri Cabral. Las autoridades han informado sobre la muerte de varias personas supuestamente involucradas en el hecho.

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