Newsletter
Español
  • Español
  • English
  • Portugués
Contar el Exilio.

Un retrato al alma: los rostros del exilio

Este texto forma parte de la serie Contar el Exilio, producida en colaboración con DW Akademie, el Instituto de Prensa y Libertad de Expresión -IPLEX- y la Red Latinoamericana de Periodismo en el Exilio -RELPEX-. Forma parte del proyecto Space For Freedom en el marco de la iniciativa Hannah Arendt financiada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania.

Por Óscar Navarrete

3 de junio de 2025 - 15:42

Las heridas del alma se revelan en los rostros de cada nicaragüense que ha huido del país para proteger su vida de la represión desatada por la dictadura de Ortega y Murillo tras las protestas de abril de 2018.

Miles de nicaragüenses se han visto obligados a huir literalmente para salvarse. Desde que Daniel Ortega y Rosario Murillo decidieron responder con violencia brutal al estallido social de 2018 —encarcelando, torturando y asesinando— el exilio se convirtió en una forma de resistencia y supervivencia. Ese año, sintieron que el poder se les escapaba, que el pueblo comenzaba a decirles basta.

Alarmados por las manifestaciones multitudinarias, en las que miles alzaron banderas azul y blanco gritando "¡Viva Nicaragua libre!", el régimen respondió con paramilitares armados de fusiles de guerra. La represión sembró el luto entre madres que lloran a sus hijos asesinados, llenó de gritos las cárceles donde fueron torturados los manifestantes, y expulsó del país a quienes eligieron vivir antes que caer presos o muertos. No había otra opción: el exilio o la tumba.

Según datos del Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua de la ONU, entre 2018 y 2023 cerca de 280 mil personas abandonaron el país debido a la persecución. Y esa cifra continúa creciendo en 2024.

El destierro, según el especialista en derechos humanos Uriel Pineda, se ha convertido en una de las armas más eficaces —e inhumanas— del régimen contra quienes considera sus enemigos.

Costa Rica, país vecino que históricamente ha sido refugio para migrantes económicos y exiliados nicaragüenses, se convirtió en el primer destino para quienes escaparon en la primera ola de 2018. Ellos abrieron camino para los que vinieron después, generando redes de apoyo que hoy son fundamentales.

Con el tiempo, muchos de esos exiliados han logrado continuar su camino hacia otros destinos mediante el plan de Movilidad Segura promovido por ACNUR y la OIM.

Los exiliados nicaragüenses son ejemplo de lucha y resiliencia. Transitan el dolor sin olvidar sus raíces, con la esperanza firme de regresar un día a construir una nueva república. Es fácil escribir estas líneas sobre el exilio; lo difícil es vivirlo y contarlo desde dentro. Lo sé, porque yo también soy un exiliado nicaragüense.

FOTO1.jpg
Gonzalo Carrión fue agredido el primer día de las protestas sociales, el miércoles 18 de abril de 2018. El golpe que recibió de un policía antimotín fue tan severo que perdió el conocimiento. A finales de ese mismo año, se vio obligado a exiliarse debido a la criminalización de la que era víctima por parte del régimen. En Costa Rica, fundó junto a colegas el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, del que hoy es director. Con más de 30 años de activismo, en 2023 el régimen le arrebató la nacionalidad, le confiscó su casa, le robó su pensión de jubilación y fue diagnosticado con cáncer de próstata. Hoy, Carrión sigue luchando, también contra la enfermedad.

Gonzalo Carrión fue agredido el primer día de las protestas sociales, el miércoles 18 de abril de 2018. El golpe que recibió de un policía antimotín fue tan severo que perdió el conocimiento. A finales de ese mismo año, se vio obligado a exiliarse debido a la criminalización de la que era víctima por parte del régimen. En Costa Rica, fundó junto a colegas el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, del que hoy es director. Con más de 30 años de activismo, en 2023 el régimen le arrebató la nacionalidad, le confiscó su casa, le robó su pensión de jubilación y fue diagnosticado con cáncer de próstata. Hoy, Carrión sigue luchando, también contra la enfermedad.

FOTO2.jpg
Sofía del Carmen Velásquez es una leona a tiempo completo, enfrentando el exilio y el cáncer. Lidera un emprendimiento familiar, Variedades La Concheña, que ofrece comida tradicional nicaragüense y servicio de catering, gracias a la excelencia de su sazón. Se exilió el 18 de julio de 2018 junto a su hija mayor y dos nietos. Días después se les unieron su hermana y su padre, quien falleció en Costa Rica a causa del Covid-19. Un mes más tarde, a Sofía le diagnosticaron cáncer. Desde entonces ha librado una lucha diaria contra la enfermedad y el desarraigo. Hoy se siente una mujer realizada y agradecida, irradiando una felicidad contagiosa.

Sofía del Carmen Velásquez es una leona a tiempo completo, enfrentando el exilio y el cáncer. Lidera un emprendimiento familiar, Variedades La Concheña, que ofrece comida tradicional nicaragüense y servicio de catering, gracias a la excelencia de su sazón. Se exilió el 18 de julio de 2018 junto a su hija mayor y dos nietos. Días después se les unieron su hermana y su padre, quien falleció en Costa Rica a causa del Covid-19. Un mes más tarde, a Sofía le diagnosticaron cáncer. Desde entonces ha librado una lucha diaria contra la enfermedad y el desarraigo. Hoy se siente una mujer realizada y agradecida, irradiando una felicidad contagiosa.

FOTO3.jpg
En el centro, Sofía Velásquez aparece junto a su hija María René y su nieto Amílcar Vallecillo. En cada evento que organizan mantienen presente a Nicaragua, a través de la comida típica y productos tradicionales. La bandera azul y blanco es un símbolo que los acompaña siempre. El día que se exiliaron salieron solo con lo que llevaban puesto, tras recibir amenazas por apoyar las protestas contra la dictadura Ortega Murillo. Son originarios de La Concepción, Masaya, y desde hace generaciones se han dedicado a la producción y venta de cítricos.

En el centro, Sofía Velásquez aparece junto a su hija María René y su nieto Amílcar Vallecillo. En cada evento que organizan mantienen presente a Nicaragua, a través de la comida típica y productos tradicionales. La bandera azul y blanco es un símbolo que los acompaña siempre. El día que se exiliaron salieron solo con lo que llevaban puesto, tras recibir amenazas por apoyar las protestas contra la dictadura Ortega Murillo. Son originarios de La Concepción, Masaya, y desde hace generaciones se han dedicado a la producción y venta de cítricos.

FOTO4.jpg
La Gigantona nació del deseo de superación de una pareja de exiliados nicaragüenses. “Todo ha sido prueba y error. Intentamos varias marcas de comida que fracasaron, pero fueron parte del aprendizaje”, dice Kevin Hernández, quien junto a Nydia Elisa Monterey fundó el restaurante el 22 de septiembre de 2023, en Zapote, frente a la Casa Presidencial de San José, Costa Rica. Ambos se conocieron durante la rebelión de abril, atrincherados en la UNAN-Managua. Son sobrevivientes de la masacre en la parroquia Divina Misericordia y viven en el exilio desde julio de 2018.

La Gigantona nació del deseo de superación de una pareja de exiliados nicaragüenses. “Todo ha sido prueba y error. Intentamos varias marcas de comida que fracasaron, pero fueron parte del aprendizaje”, dice Kevin Hernández, quien junto a Nydia Elisa Monterey fundó el restaurante el 22 de septiembre de 2023, en Zapote, frente a la Casa Presidencial de San José, Costa Rica. Ambos se conocieron durante la rebelión de abril, atrincherados en la UNAN-Managua. Son sobrevivientes de la masacre en la parroquia Divina Misericordia y viven en el exilio desde julio de 2018.

FOTO5.jpg
Bailar para resistir: así enfrenta el exilio Carlos Eddy Monterrey, veterano del periodismo de 64 años, originario del Caribe sur. Cada vez que se organizan actividades en Costa Rica, Monterrey irrumpe con su gran máscara de caballo, representando al Macho Ratón, y baila el Güegüense al ritmo de los sones, recreando pedazos de la cultura nicaragüense. Lo hace de forma voluntaria, como una forma viva de protesta contra la dictadura de Ortega y Murillo.

Bailar para resistir: así enfrenta el exilio Carlos Eddy Monterrey, veterano del periodismo de 64 años, originario del Caribe sur. Cada vez que se organizan actividades en Costa Rica, Monterrey irrumpe con su gran máscara de caballo, representando al Macho Ratón, y baila el Güegüense al ritmo de los sones, recreando pedazos de la cultura nicaragüense. Lo hace de forma voluntaria, como una forma viva de protesta contra la dictadura de Ortega y Murillo.

FOTO6.jpg
Un nicaragüense en el exilio agita la bandera azul y blanco durante una marcha en San José, Costa Rica, llamada “Farsa Electoral”, en protesta por las elecciones municipales del 6 de noviembre de 2022.

Un nicaragüense en el exilio agita la bandera azul y blanco durante una marcha en San José, Costa Rica, llamada “Farsa Electoral”, en protesta por las elecciones municipales del 6 de noviembre de 2022.

FOTO7.jpg
Roberto Mora, conocido como “Robertito Mora”, es un hombre pequeño con un corazón inmenso. Vive con una condición genética llamada pseudoacondroplasia, que provoca baja estatura, problemas articulares y anomalías óseas. Desde su exilio en Costa Rica, al que llegó el 28 de junio de 2021, ha enfrentado duras pérdidas: un mes después falleció su madre y, en enero de 2023, su hijo. Hoy divide su tiempo entre el periodismo y conducir para Uber, buscando sobrevivir en el exilio.  

Roberto Mora, conocido como “Robertito Mora”, es un hombre pequeño con un corazón inmenso. Vive con una condición genética llamada pseudoacondroplasia, que provoca baja estatura, problemas articulares y anomalías óseas. Desde su exilio en Costa Rica, al que llegó el 28 de junio de 2021, ha enfrentado duras pérdidas: un mes después falleció su madre y, en enero de 2023, su hijo. Hoy divide su tiempo entre el periodismo y conducir para Uber, buscando sobrevivir en el exilio.

FOTO8.jpg
Luis Enrique Mejía Godoy se define como un artesano de la música, la palabra y el trazo. Viene de una familia de músicos y poetas. Hace 54 años abandonó la medicina para dedicarse de lleno a la música. Actualmente vive su segundo exilio en Costa Rica: el primero fue entre 1974 y 1979. “Este exilio me permite seguir vinculado a Nicaragua. Lejos, pero jamás ausente”, afirma el trovador, que alterna giras artísticas con su pasión por el dibujo y la artesanía.  

Luis Enrique Mejía Godoy se define como un artesano de la música, la palabra y el trazo. Viene de una familia de músicos y poetas. Hace 54 años abandonó la medicina para dedicarse de lleno a la música. Actualmente vive su segundo exilio en Costa Rica: el primero fue entre 1974 y 1979. “Este exilio me permite seguir vinculado a Nicaragua. Lejos, pero jamás ausente”, afirma el trovador, que alterna giras artísticas con su pasión por el dibujo y la artesanía.

FOTO9.jpg
“Creo en el poder de la juventud para transformar la sociedad desde sus raíces”, afirma Walter Enrique Orozco Martínez, estudiante universitario de 26 años. Lleva seis años en el exilio y actualmente cursa cuarto año de Dirección de Empresas y segundo de Ciencias Políticas. Fue expulsado de la UNAN-Managua por su participación en la rebelión de abril. “He recuperado mis carreras con esfuerzo y resiliencia, tras una represión brutal que intentó destruir nuestros proyectos de vida”, dice este joven que llegó al exilio a los 20 y encontró en el estudio una nueva forma de resistir.  

“Creo en el poder de la juventud para transformar la sociedad desde sus raíces”, afirma Walter Enrique Orozco Martínez, estudiante universitario de 26 años. Lleva seis años en el exilio y actualmente cursa cuarto año de Dirección de Empresas y segundo de Ciencias Políticas. Fue expulsado de la UNAN-Managua por su participación en la rebelión de abril. “He recuperado mis carreras con esfuerzo y resiliencia, tras una represión brutal que intentó destruir nuestros proyectos de vida”, dice este joven que llegó al exilio a los 20 y encontró en el estudio una nueva forma de resistir.

FOTO10.jpg
Elea Valle, campesina de la Cruz de Río Grande, perdió a su esposo y a dos hijos, asesinados por el Ejército el 12 de noviembre de 2017, acusándolos de pertenecer a grupos rearmados. Se exilió en julio de 2021 debido al asedio militar. Vive con sus tres hijos menores en pobreza y olvido. Como muchas madres que perdieron a sus hijos, sueña con justicia.  

Elea Valle, campesina de la Cruz de Río Grande, perdió a su esposo y a dos hijos, asesinados por el Ejército el 12 de noviembre de 2017, acusándolos de pertenecer a grupos rearmados. Se exilió en julio de 2021 debido al asedio militar. Vive con sus tres hijos menores en pobreza y olvido. Como muchas madres que perdieron a sus hijos, sueña con justicia.

FOTO11.jpg
Cristopher Mendoza, periodista con 20 años de experiencia, vive en el exilio. “Entiendo la importancia de mi oficio en una sociedad que debe construirse desde la participación ciudadana. A veces trato de desprenderme del periodismo, pero el ciudadano en mí reaparece para reflexionar”, comenta.  

Cristopher Mendoza, periodista con 20 años de experiencia, vive en el exilio. “Entiendo la importancia de mi oficio en una sociedad que debe construirse desde la participación ciudadana. A veces trato de desprenderme del periodismo, pero el ciudadano en mí reaparece para reflexionar”, comenta.

FOTO12.jpg
Exiliados nicaragüenses protestan frente a la embajada de Nicaragua en San José, Costa Rica, el 18 de agosto de 2022, por el arresto domiciliario del obispo Rolando Álvarez y la persecución a la iglesia católica.

Exiliados nicaragüenses protestan frente a la embajada de Nicaragua en San José, Costa Rica, el 18 de agosto de 2022, por el arresto domiciliario del obispo Rolando Álvarez y la persecución a la iglesia católica.

FOTO13.jpg
Yahaciela Barrera Álvarez, periodista de 37 años de Bluefields, se identifica como mujer lesbiana. En medio del exilio ha aprendido a valorar a sus seres queridos, reencontrarse consigo misma y volverse más independiente. Se exilió en Costa Rica el 24 de mayo de 2023.

Yahaciela Barrera Álvarez, periodista de 37 años de Bluefields, se identifica como mujer lesbiana. En medio del exilio ha aprendido a valorar a sus seres queridos, reencontrarse consigo misma y volverse más independiente. Se exilió en Costa Rica el 24 de mayo de 2023.

FOTO14.jpg
“Lo positivo de este exilio ha sido reencontrarme con redes de apoyo, tanto entre colegas como en la comunidad LGBTIQ+. Aquí hay menos rechazo, más aceptación. Antes no me ocupaba de mi salud mental, pero el dolor del exilio me ha enseñado a cuidar mis emociones. Sé que volveré a Nicaragua siendo una mejor persona y una mejor periodista. Mi frase favorita es: Winamba, plante, plante, no hay para atrás”, dice Yahaciela Barrera.  

“Lo positivo de este exilio ha sido reencontrarme con redes de apoyo, tanto entre colegas como en la comunidad LGBTIQ+. Aquí hay menos rechazo, más aceptación. Antes no me ocupaba de mi salud mental, pero el dolor del exilio me ha enseñado a cuidar mis emociones. Sé que volveré a Nicaragua siendo una mejor persona y una mejor periodista. Mi frase favorita es: Winamba, plante, plante, no hay para atrás”, dice Yahaciela Barrera.

FOTO15.jpg
Tania López Rodríguez, periodista de 29 años de León, forma parte de la última ola de exiliados que llegó en julio y agosto de 2024. “Este exilio me obligó a reflexionar sobre todo lo que me quitaron para descubrir con qué puedo volver a empezar”, dice. Ha aprendido a moverse en redes de apoyo que la han ayudado a procesar sus duelos y seguir adelante.

Tania López Rodríguez, periodista de 29 años de León, forma parte de la última ola de exiliados que llegó en julio y agosto de 2024. “Este exilio me obligó a reflexionar sobre todo lo que me quitaron para descubrir con qué puedo volver a empezar”, dice. Ha aprendido a moverse en redes de apoyo que la han ayudado a procesar sus duelos y seguir adelante.

FOTO16.jpg
“Ahora valoro mejor mi vida a través de la reflexión, cuidando mis emociones para no sentirme destruida. Cultivo cada día la esperanza de regresar a una Nicaragua libre. Ya lloré mucho. Ahora vivo en la perseverancia”, expresa Tania López Rodríguez.  

“Ahora valoro mejor mi vida a través de la reflexión, cuidando mis emociones para no sentirme destruida. Cultivo cada día la esperanza de regresar a una Nicaragua libre. Ya lloré mucho. Ahora vivo en la perseverancia”, expresa Tania López Rodríguez.

FOTO17.jpg
El Báculo del Destierro es el primer poemario escrito en el exilio por el periodista José Cardoza, quien abandonó su hogar el 10 de julio de 2022 tras una cacería contra la prensa independiente. Con más de mil piezas sonoras y 500 videos producidos, Cardoza ha convertido su exilio en un puente entre memoria y resistencia. “Este libro me ayudó a canalizar el dolor y dar sentido a esta nueva etapa”, afirma. “Comienza con el destierro, pero transita por el dolor, la resiliencia y el amor. Para mí, la poesía es memoria y refugio.”

El Báculo del Destierro es el primer poemario escrito en el exilio por el periodista José Cardoza, quien abandonó su hogar el 10 de julio de 2022 tras una cacería contra la prensa independiente. Con más de mil piezas sonoras y 500 videos producidos, Cardoza ha convertido su exilio en un puente entre memoria y resistencia. “Este libro me ayudó a canalizar el dolor y dar sentido a esta nueva etapa”, afirma. “Comienza con el destierro, pero transita por el dolor, la resiliencia y el amor. Para mí, la poesía es memoria y refugio.”

FOTO18.jpg
Fransk Martínez, joven comunicador de la comunidad LGBTIQ+, se identifica como persona no binaria. “En Nicaragua sufrí mucho rechazo, pero en el exilio he encontrado aceptación. Aquí me siento respetade y libre, una bomba expresiva de creatividad”, asegura. Llegó al exilio el 7 de septiembre de 2018.

Fransk Martínez, joven comunicador de la comunidad LGBTIQ+, se identifica como persona no binaria. “En Nicaragua sufrí mucho rechazo, pero en el exilio he encontrado aceptación. Aquí me siento respetade y libre, una bomba expresiva de creatividad”, asegura. Llegó al exilio el 7 de septiembre de 2018.

FOTO19.jpg
Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN) participan en una actividad recreativa. De izquierda a derecha: Fransk Martínez, Yahaciela Barrera, Tania López, Yelsin Espinoza y Martha Irene Sánchez. PCIN brinda apoyo psicosocial y educativo a periodistas en el exilio.

Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN) participan en una actividad recreativa. De izquierda a derecha: Fransk Martínez, Yahaciela Barrera, Tania López, Yelsin Espinoza y Martha Irene Sánchez. PCIN brinda apoyo psicosocial y educativo a periodistas en el exilio.

FOTO20.jpg
Nicaragüenses en el exilio celebran el 9 de febrero de 2023 en la Plaza de la Democracia de San José, Costa Rica, la liberación de 222 presos políticos que permanecían en las cárceles de la dictadura.

Nicaragüenses en el exilio celebran el 9 de febrero de 2023 en la Plaza de la Democracia de San José, Costa Rica, la liberación de 222 presos políticos que permanecían en las cárceles de la dictadura.

FOTO21.jpg
Lludely Aburto Ruiz, de 58 años, sostiene con emoción la bandera de Nicaragua mientras se entona el Himno Nacional, el 9 de febrero de 2023. Ese día los exiliados celebraron la liberación de 222 presos políticos. “Estos tres años de exilio me han permitido conocer bien a este país que antes veía como lejano, pese a estar tan cerca”, dice Aburto, una mujer resistente, convencida y esperanzada.

Lludely Aburto Ruiz, de 58 años, sostiene con emoción la bandera de Nicaragua mientras se entona el Himno Nacional, el 9 de febrero de 2023. Ese día los exiliados celebraron la liberación de 222 presos políticos. “Estos tres años de exilio me han permitido conocer bien a este país que antes veía como lejano, pese a estar tan cerca”, dice Aburto, una mujer resistente, convencida y esperanzada.

Seguí leyendo

Te Puede Interesar